Mezcla todos los ingredientes con más o menos ¼ de taza de agua, y amasa hasta obtener una mezcla homogénea y suave.
Pon a calentar el aceite de palma a fuego medio-alto.
Forma bolitas de aproximadamente 100 g y ponlas a freír, asegurándote que el aceite se encuentre a la temperatura adecuada (150 – 180 °C), hasta que se doren.
Retira los buñuelos del aceite y ponlos sobre papel absorbente para retirar el exceso de grasa, ahora ya están listos para que los disfrutes.