Lava las fresas y retírales las hojas. Reserva media taza de fresas y pícalas en cuadritos.
En una licuadora, licua el resto de las fresas con la crema de leche, el kumis, la leche condensada, la esencia de vainilla, la ginebra y las hojas de menta.
Toma una cubeta de hielo vacía y en el fondo de cada cubo pon una cucharadita de fresas picadas. Rellena con la mezcla y lleva al congelador por 2 o 3 horas o hasta que el helado cuaje bien.
Sirve tres cubitos de helado por persona y decora con hojas de menta. 2 tazas de fresas (puedes reemplazar con otras frutas como moras, frambuesas, agraz, mango, uchuvas, feijoa, etcétera).