IMPORTANCIA DE UNA DIETA ANTIINFLAMATORIA Y ANTIOXIDANTE, PARA EVITAR EL DESARROLLO DE ENFERMEDADES.
La inflamación es considerada como la respuesta defensiva del organismo frente a una agresión focal, originada por diferentes causas como son:
· Un agente agresor que se caracteriza por tener una energía excesiva para la capacidad de resistencia del organismo, y que origina un daño denominado traumatismo.
· Un microorganismo que ingresa al organismo, causando infección.
· Una alteración del sistema de defensas que agrede a ciertos órganos, conocida como enfermedad autoinmune.
Si la intensidad de la respuesta es adecuada, el daño se controlará, cesará la y se logrará la curación. En cambio, si esta es insuficiente, la enfermedad persistirá convirtiéndose en una inflamación situación crónica, y probablemente no podrá iniciarse la reparación de los daños (García, 2010). Aproximadamente el 50 % de las muertes a nivel mundial, son atribuibles a afecciones relacionadas con la inflamación como es el caso de dolencias cardiovasculares, cáncer, diabetes tipo 2, enfermedad renal crónica, además de las autoinmunes y neurodegenerativas. A lo largo del tiempo, se han identificado una serie de factores atribuibles al desarrollo de estas, donde el patrón alimentario basado en el exceso de consumo de comida ultraprocesada, sal, grasas trans y aditivos, ha sido determinante como su desencadenante. Esto sumado a inadecuados hábitos de vida (Soto et al., 2020)
Una alimentación saludable se asocia con bajas concentraciones en los marcadores de enfermedad inflamatoria